A ver, al lío. Si sales de España y no hablas inglés, te pasan dos cosas: o pagas el doble por todo porque no entiendes ni la carta del restaurante, o terminas en un grupo de españoles comiendo paella en Londres (mal hecha, por cierto).
¿Quieres viajar? ¿Quieres ganar más dinero? ¿Quieres ligar con extranjeras? Habla inglés.
No me vengas con el “es que me da vergüenza” porque eso es una excusa barata. ¿Sabes qué es vergonzoso? Tener 35 años, estar en Nueva York, entrar en un Starbucks y señalar el café con el dedo como un niño de cinco años.
El inglés no es solo para viajar. Es para trabajar, para entender contratos, para negociar sueldos, para no depender de subtítulos como un principiante. Te aseguro que el tipo que sabe inglés en tu empresa cobra más que tú. Y si no lo sabe, peor para él.
Cada vez que no hablas inglés por vergüenza, alguien más se lleva la oportunidad que podría haber sido tuya. Así de simple.
Si nunca has pasado el ridículo intentando hablar inglés, es que no has aprendido nada en la vida. Mira, te cuento: uno de mis alumnos, la primera vez que viajó a Estados Unidos, pidió chicken con una pronunciación tan lamentable que el camarero lo miró como si le hubiera insultado a la madre.
¿Y qué hizo? Volvió a decirlo hasta que le entendieron. Y desde entonces, mejoró.
Porque así se aprende: equivocándote, riéndote y volviéndolo a intentar.
Si no hablas inglés, es porque no te da la gana. Hoy en día hay miles de cursos gratis, apps, vídeos en YouTube. Necesitas quitarte la vergüenza y abrir la boca.
Porque al final, solo hay dos tipos de personas: los que hablan inglés y los que ven la vida pasar desde la barrera.
Tú decides.
¡Esperamos conversar contigo y ayudarte a aumentar tu fluidez en inglés! 😉
Cheerio,
Lindri and the RyE Team.
